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«’Kung fu’ significa «habilidad suprema obtenida mediante el esfuerzo». Un gran poeta puede alcanzar el kung fu. El pintor, el calígrafo pueden decir que tienen kung fu; incluso el cocinero. Hasta quien barre los escalones o un sirviente diestro pueden tener kung fu.
Práctica, preparación, repetición sin fin. Hasta que sientes la mente agotada y los huesos doloridos. Hasta que estás demasiado cansado para sudar. Demasiado exhausto para respirar.»

(De la serie «Marco Polo», temporada 1 episodio 3).

«Kung fu financiero» habla de la habilidad financiera, lograda a través del aprendizaje, del esfuerzo, de aprender de nuestros errores. Aquí proporcionaremos elementos con los que mejorar nuestro kung-fu financiero, empezando por la imprescindible educación financiera, base y cimientos de todo cuanto queramos construir después.

Hablaremos de educación financiera, sí. Pero también de fiscalidad e impuestos, de las inversiones, de los seguros, y algo que suele estar muy descuidado y que es la otra razón del fracaso de mucha gente (además de la ignorancia en educación financiera), la actitud mental y psicológica. Esa actitud es, en realidad, lo único que diferencia a pobres de ricos. En la misma situación, unos siguen siendo pobres y otros se enriquecen, por sus diferentes patrones de pensamiento.

Con todo ello, esperamos proporcionar elementos suficientes para que cualquier persona supere su situación angustiosa, se libre de sus deudas, ahorre, invierta, y alcance la paz y serenidad que da la libertad financiera, fin último del kung-fu financiero.